martes, 12 de mayo de 2009

MI JEFE NO ME QUIERE


La palabra autoridad proviene del verbo latino auctor, augere, que significa hacer crecer. Por tanto, tiene autoridad aquella persona que ayuda a crecer. Las otras tendrán, quizás, poder. Y pueden utilizar el poder para aplastar, silenciar, impedir el crecimiento y hacer la vida imposible. O bien para todo lo contrario.


Existen varias formas de llegar al poder, al margen de la elección democrática:
Por designación, por concurso, por dinero, por herencia, por enchufe, por la fuerza... Sea cual se la forma de acceder a un cargo, hay muchas opciones de actuación, infinitas formas de comunicación con los subordinados...


Los jefes tóxicos hacen uso y abuso de estereotipos rígidos y negativos sobre las personas: "piensa mal y acertarás", "la gente nunca es sincera", "las personas tienden a aprovecharse de tu bondad", "un comportamiento amable encubre intenciones interesadas", "es necesario guardar las distancias", "no hay que fiarse de nadie", "pedir ideas a los demás es mostrar debilidad", "no conviene dar confianza a las personas, pues luego abusan de ti", "la participación supone la abdicación de la autoridad", "si muestras debilidad se te suben a las barbas"...


Los jefes tóxicos deben ser derrocados por el sentido común de quien los nombra o por la actitud democrática de quienes los padecen.




MORALEJA: Si te das por aludido, o eres jefe tóxico, o lo has sido.

No hay comentarios:

Publicar un comentario