Habiase que se había un bosquecillo llamado Churreiro del moñozorongo. Allí habitaba un pajarito llamado PICHIN.
Pichín crecia entre los animalillos del bosque pensando que era el más vistoso y el que más sensibilidad tenia hacia el que sufria. De esa manera, simpre criticaba a otros pajarillos que estaban en sus nidos y solo salian para dar de comer y asear a las propias criaturas de Pichin.
Este se fue acostumbrando y la "sensibilidad" la fue sustituyendo por continuas jaquecas que tenia que curar tumbado en su nido. Si al salir vea que sus hijos estaban sin cuidar rapidamente se quejaba a los jefes del bosquecillo, "los pavos reales". Los animalillos del bosque cansados de esta situación comenzaron a apartarse de Pichin mientras éste se quejaba de que los demás eran poco sociables con él, por lo que decidió que esos animalillos no merecían la pena y alzaría el vuelo hacia otro nido donde hubieran otros habitantes y pavos reales nuevos para quejarse.
Lo preparó todo y emprendió su marcha...
No sabemos cómo acabó Pichín, pero sí sabemos que DA IGUAL DONDE UNO PONGA EL NIDO SI NO SE CAMBIA DE ACTITUD.
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