lunes, 27 de abril de 2009

¿ESTAMOS CENTRADOS?




¿Cómo construimos el Espacio Coloquial? Para ello lo más importante es contar con la presencia física del adulto y la intención de buscar un espacio comunicativo y de dialogo con nuestro interlocutor. Si nuestro interlocutor es un bebé, aplicaremos técnicas de maternaje y cachorreo donde el contacto físico, las caricias, las cosquillitas, las nanas, susurros y grititos favorecerán la búsqueda de miradas, la sonrisa, el pataleo,… A través de las sensaciones construimos vivencias de gran contenido emocional creando un vínculo afectivo positivo entre bebé-terapeuta. Este vínculo afectivo positivo se apoya en la comunicación intersubjetiva mediante la cual el adulto entra en la mente del bebé ofreciéndose como modelo y como interlocutor en su diálogo. Si nuestro interlocutor es un/a niñ@ utilizaremos la técnica del juego libre posibilitando que el/la niñ@ pueda expresar sus capacidades a través de sus deseos, sus ilusiones, sus sueños, sus miedos, sus fracasos, sus frustraciones. Y todo ello sabiéndose y sintiéndose aceptado en lo que es, en lo que vive, en lo que siente, en lo que piensa y percibiéndolo a través de la comunicación intersubjetiva por lo que es absolutamente necesario e imprescindible la entrega leal y total de la identidad del educador (adulto de referencia).




fdo: El moño busca un bebé en barrio-moñico

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